LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE UKRANIA

Alberto Benitez
4 min readOct 27, 2022

--

La guerra de independencia de Ukrania ya está definiendo el siglo XXI.

Entenderla es empezar a entender el nuevo mundo. Explicarla va a ser difícil en la medida en que esta guerra de independencia echa por tierra las creencias normales que tiene mucha gente, la primera, que Rusia es una gran potencia.

En la medida en que la gente está enamorada de sus creencias será difícil explicar la victoria ukraniana. Por que al mismo tiempo que se la explica el que la exponga va a tener que ir desmoronando creencias de las que la gente está enamorada. Así que el historiador va a tener que deshacer falacias al mismo tiempo que expone e interpreta hechos.

Creer que Rusia es una gran potencia mundial es una creencia estancada en la visión del mundo del siglo XX. Una visión que ya es vieja desde 1989. Pero la gente prefiere encadenarse a sus creencias en lugar de entender la realidad.

Rusia no es una gran potencia militar. En el papel, tendría que haber derrotado a Ukrania en un mes. Ya han pasado 8 meses desde que Rusia invadió Ukrania… Y ahora los ukranianos están haciendo retroceder a los rusos y no sólo eso: pueden derrotarlos.

Para aferrarse a la creencia de que Rusia es un gran poder se dice que Rusia no está peleando contra Ukrania sino contra la OTAN. Pero ese dicho sólo pone en más evidencia la falacia rusa: el gobierno ruso sabe que su enemigo es la OTAN pero está siendo derrotado por la OTAN. ¿Por qué no se preparó? ¿Por qué al invadir Ukrania no se preparó para pelear contra la OTAN, si supuestamente ese es su enemigo y los rusos siempre han sabido que la OTAN es el enemigo? ¿O Rusia no sabía que la OTAN era su enemigo? ¿Entonces?

El historiador de la guerra de independencia ukraniana va a tener que reunir las evidencias de que no fueron soldados alemanes o norteamericanos los que derrotaron a los soldados rusos. Va a tener que poner en blanco y negro cuántos fueron los ciudadanos ukranianos, hombres y mujeres, que derrotaron al ejército ruso.

Se insistirá en que la OTAN dio las amas y la información de inteligencia a los ukranianos. Pero eso sólo enloda más a los rusos. Si las armas de la OTAN y los servicios de inteligencia de la OTAN derrotaron a sus rivales rusos, ¿qué dice eso de las armas y de los servicios de inteligencia rusos?

Por ahí podría empezar a fracturase la falacia.

Es un hecho que la inteligencia rusa en la SGM fue sobresaliente. Es un hecho que los agentes y espías rusos derrotaron a los nazis: los confundieron, los engañaron, los dominaron para al final vencerlos.

Justo como ahora les pasa a los rusos, y por las mismas razones.

La gente no se imagina un mundo sin una potencia mundial como lo fue Rusia entre 1947 y 1977.

Y porque no quiere imaginarse el nuevo mundo preferirá ser pesimista y decir que “es el fin del mundo”.

No. No es el fin del mundo. Es el fin de un viejo mundo y el nacimiento de uno nuevo.

En la medida en que alguien decida permanecer aferrado a sus creencias y prefiera descalificar y rechazar el futuro en lugar de entender y entrar ese futuro, se podrá definir qué tan pesimista es.

Ser pesimista no depende de la realidad sino de cómo se interpreta la realidad.

El nervio del pesimismo, su verdadera fuente, es la necedad.

El pesimista alegará que ahí está China, que va a apoyar a Rusia, que ahí viene el apoyo…

Este dicho es el salto al absurdo del pesimista. Se pueden leer noticias y consultar los datos, se pueden consultar las declaraciones del gobierno chino, y se pueden ver las cifras de envíos de armas o de soldados chinos a Rusia… La realidad indica que China no apoya a Rusia.

En ese momento el pesimista ya nada más se mueve en el terreno de la alucinación. Los hechos indican que China no apoya a Rusia. Se señalan los drones iraníes que ese gobierno ha vendido al ejército ruso. Pero no hay ni drones ni tanques ni misiles ni aviones ni soldados chinos apoyando a Rusia. La alucinación pesimista toma el lugar del pensamiento porque el pesimista prefiere alucinar a ver el nuevo mundo. Cada vez que comenta las noticias, el pesimista expresa que ahí viene, que ya se ve el apoyo chino… Como mirando un horizonte que no es sino una pared pintada.

--

--