LA CAUSA DE LAS PROTESTAS

Alberto Benitez
4 min readOct 6, 2020

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Hay dos ideas sobre la causa de las protestas contra López Obrador.

La que propone López y que, sin imaginación, sostiene su gente, es que hay resistencia al cambio. Se supone que muchas cosas están cambiando supuestamente para bien, y que hay gente que se opone a ese cambio.

La otra explicación es que las protestas son causadas por la falta de resultados, por los errores en la gestión del gobierno, y en fin por el desorden en el gobierno y por qué no hay obras que se puedan señalar y decir: eso es lo que se está haciendo, en X y en Y es en donde se está mejorando.

Gente como Lorenzo Meyer o como Blanca Heredia insisten en que hay una confrontación por la resistencia al cambio. Es interesante el lenguaje bélico que usan. Para ellos ya hay una guerra.

La confrontación, dicen, es porque López quiere realizar su slogan de campaña: “primero los pobres” pero las acciones para ayudar a que los pobres dejen de ser pobres están siendo obstaculizada por la oposición.

En este punto es donde ambas ideas podrían debatirse y establecer cuál es la que refleja la realidad.

Si López está trabajando por el cambio, entonces tendría que estar disminuyendo el número de pobres. O, tendría que haber corruptos tras las rejas, o al menos siendo juzgados.

Hay que notar que esas dos acciones, disminuir el número de pobres, y meter a la cárcel a los corruptos no tienen nada que ver una con la otra. Si Peña Nieto va a la cárcel, eso no disminuye el número de pobres. Y si empieza a disminuir el número de pobres, eso no va a meter a la cárcel a Peña o a Calderón. No tienen nada que ver una cosa con la otra.

¿En qué se ha avanzado en estas dos metas?

Hay casos en que las dos metas parecen mezclarse. Eso es Ayotzinapa. Ayotzinapa, se supone, es un caso en el que personas pobres fueron asesinadas por la corrupción.

¿Como se ha avanzado en ese caso?

No se ha avanzado. Los desaparecidos siguen como hace seis años: desaparecidos. No hay más señalados. Se sigue sin saber dónde están. Y la prueba son las marchas y manifestaciones que las familias de esos desaparecidos han seguido haciendo en este sexenio. Ellos están protestando por la falta de resultados de López Obrador. Ya han pasado dos años de que López ocupa la presidencia. Y la gente de Ayotzinapa sigue protestando.

Si se estuviera progresando en ese tema, entonces no tendrían por qué protestar. Ya se habrían cancelado las marchas y tomas de casetas, y en lugar de eso habría funerales o encarcelamiento o reencuentros. ¿Qué paso con eso de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”?

¿O se puede pensar que esas protestas son contra López? ¿Hay alguien que lo piense?

Si siguen existiendo causas como Ayotzinapa, no se puede decir que las protestas sean por oponerse a un proyecto. Ayotzinapa es un ejemplo de que el gobierno de López no hace mejor las cosas que Calderón o Peña.

No es difícil ver por qué es útil para López el lenguaje de guerra. Esa idea sirve para descalificar las críticas. Si hay una guerra, como sostienen Lorenzo Meyer o Blanca Heredia, entonces lo que dice el otro bando es siempre un ataque. No hay por qué escucharlo. Al contrario: hay que atacarlo.

El lenguaje de guerra es útil para López porque lo libera de la responsabilidad. Eso está pasando con la epidemia de Covid 19. Aunque López es responsable del sistema de salud, no se le culpa de las 80,000 muertes y contando (06 10 2020). En lugar de eso, desde el gobierno se culpa a los refrescos o al maíz transgénico o directamente a la gente: las miles de muertes han sido causadas por los malos hábitos de la gente, no por los defectos y fallas en el sistema de salud pública.

¿El gobierno de López es o no responsable de los defectos en el sistema de salud? ¿En qué ha mejorado o en que está mejorando?

De nuevo, es cuando se hacen preguntas como esa cuando se ve la utilidad del lenguaje de guerra. Si se cree que las críticas son ataques, López no es responsable de nada.

Políticamente es muy útil. Moralmente no. Y eso también es un indicador de quien es López.

Ayotzinapa es la acusación de la falta de resultados.

¿Qué resultados puede presumir la administración de López?

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